lunes, 16 de abril de 2012

Bordando la historia


Bordados de Cartago: la herencia hispano-árabe en el norte del Valle.



El municipio de Cartago, en el departamento del Valle del Cauca, no sin razón se suele denominar la Capital del bordado, ya que es conocido nacional e internacionalmente por sus excelentes trabajos de manufactura textil realizados por los artistas colombianos, maestros del hilo y la aguja.

Historia de los bordados de Cartago

El arte de bordar viene de la herencia hispano-árabe. Las mujeres españolas adoptaron la costumbre de ornamentar las mangas, cuellos y la parte delantera de las camisas de los árabes durante la conquista de la Península Ibérica. Los conquistadores españoles, a su vez, trajeron los primeros artículos bordados a mano al continente americano y también a Cartago que fundaron en 1540.

El bordado a mano se institucionalizó en esta ciudad desde el 1890, con la implementación de una clase de bordado en el colegio de las madres Vicentinas. Al principio, durante la época de la Colonia, las responsables de seguir con el arte de bordado a mano fueron las mujeres españolas que bordaban sus camisas siempre con el hilo del mismo color de la tela. Este tipo de bordados era muy discreto y elegante.

Más adelante, las mujeres mestizas, adaptaron esta tradición y empezaron a utilizar diferentes colores de hilo, dándole con esto un nuevo toque, muy propio a esta tierra. Dedicadas a la actividad de bordado, empezaron a formar las pequeñas empresas familiares de bordado que, poco a poco, lograron el reconocimiento y la fama nacional e internacional.

Motivos característicos del bordado a mano de Cartago
Los elementos más característicos que se utilizan desde hace muchos años en los bordados de Cartago hacen referencia a la flora de la región del Norte del Valle del Cauca. Los principales motivos son: elementos florales y geométricos que vienen de la tradición de la cultura del bordado andaluz.

Técnicas de bordado de Cartago

Las técnicas utilizadas en los bordados de Cartago:

Pasado:
Es una técnica de puntadas cortas y escalonadas con las que se cubren amplias superficies de bordado. Consiste en hacer salir el hilo en A, un puntito recto en la línea central del motivo. El hilo saldrá de nuevo en B para hacer un punto inclinado sobre la línea central en la base del primer punto. Hacer salir el hilo en C y otro punto al sesgo similar que monte sobre el anterior. Continuar trabajando alternamente a cada lado del motivo hasta rellanarlo por completo.


Bastilla:
Consiste en pasar la aguja encima y debajo de la tela, con los puntos superiores todos iguales. Los inferiores también deben ser de igual tamaño, pero la mitad más o menos que los de encima.

Puntada mordida:
Esta forma de bordado se llama así debido a que todos los puntos son de distinto tamaño. Se emplea a menudo para rellenar un motivo que sea grande o demasiado irregular para cubrirlo con realce. También se utiliza para conseguir efecto sombreado. En la primera vuelta los puntos son alternadamente largos y cortos, muy juntitos siguiendo la forma del motivo. Los de las vueltas siguientes se hacen de manera que presenten un aspecto suave.

Punto de cadeneta:
Hacer salir el hilo en la línea superior y sujetarlo con el pulgar izquierdo. Insertar la aguja donde salió últimamente y sacar la punta a una corta distancia. Pasar el hilo a través conservándolo debajo de la punta de la aguja.

Cordón:
Hacer salir el hilo en A con un puntito encima de la línea del dibujo, abriendo el hilo con la aguja. El cordón sirve para rellenar cuando se necesite una superficie fina y llana.

Sombra:
Esta técnica se emplea para sombreado en materiales finos y transparentes. Puede hacerse lo mismo por el revés que por el derecho como en A un puntito atrás hecho alternadamente a cada lado trazado de las líneas dobles el color del hilo aparece delicadamente a través del material.

Rococó:
Hacer un punto atrás de la medida que se desee el “Rococó”, sacando la punta de la aguja en el sitio donde salió al principio, pero no sacarla toda de la tela. Enrollar hilo alrededor de la punta de la aguja tantas veces como sea necesario para cubrir el espacio del punto atrás. Sujetar el hilo enrollado con el pulgar izquierdo y hacer pasar la aguja; sujetando todavía el hilo enrollado, dar vuelta a la aguja allí donde se clavó e insertarla en el mismo sitio. Estirar el hilo hasta el punto inicial, emplear una aguja de ojo pequeño que pase bien entre el hilo enrollado.

Nudo francés:
Hacer salir el hilo en la posición que se requiere, sujetándolo con el pulgar izquierdo y enrollarlo alrededor de la aguja dos veces, como en A. Mientras se sujeta el hilo firmemente, volver a la aguja hacia atrás, junto al lugar en el que salió el hilo al principio. Estirarlo hacia atrás y rematar para un solo nudo francés o pasar a hacer el punto siguiente como en B.
Tomado de: 
http://www.colombia.travel/es/turista-internacional/actividad/atracciones-turisticas-recomendadas-informes-especiales/bordados-de-cartago

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